
"Soy hija de la vereda Aposentos de Susa Cundinamarca; de una familia muy humilde, trabajadora, muy pobre pero muy humilde; mi madre siempre cuidaba las ovejas e hilaba la lanita; desde muy pequeña me gustaba hilar la lana pero mi mamá no nos la daba porque la dañábamos, se la desperdiciábamos, entonces mi mamá cuando se descuidaba nosotras le robábamos la lanita -ella tenía lana para ser cobijas y mantas por tal razón teñía-; luego le robábamos un cadejo, ibamos y lo metíamos a la vasija donde estaba tiñendo, cuidábamos que no nos viera; estas cosas las llevávamos para el monte...", afirma Dora Alarcón
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